martes, 26 de octubre de 2010

Aportaciones para reposteria

Como las medidas exactas no son lo mío, no soy muy dada a la repostería. Así que para publicar entradas de postres, animo a los lectores que puedan estar interesados en compartir con los demás sus recetas más dulces, que las envíen a la siguiente dirección de correo: latiamilitona@hotmail.com
Se irán publicando regularmente y por supuesto agradeciendo la colaboración a quien corresponda.
Bueno, pues ya está hecho el "llamado popular" para añadir la pizca de azúcar que le faltaba a este blog. Gracias de antemano a quienes participen!

miércoles, 20 de octubre de 2010

Frio, frio...


Si quieres saber como viste una persona, mira su armario. Si quieres saber como se alimenta, mira su nevera.
En casi todas las casas se guardan las mismas cosas en la nevera, o al menos los mismos tipos de alimentos. De todas formas voy a abriros mi nevera de forma virtual para explicaros por qué guardo algunas cosas dentro y otras no. Y ya de paso algunos consejitos útiles aunque algunos ya son de sobra conocidos.
Para empezar, no es lo mismo guardar en los estantes superiores que en los inferiores o en los que se colocan en la parte interior de la puerta. En la parte superior es donde la nevera tiene mayor poder de refrigeración y éste va disminuyendo conforme vamos bajando en altura. En la parte interior de la puerta también se gana temperatura y además los alimentos y productos allí colocados se exponen con mayor frecuencia al ambiente exterior (al abrir la puerta para cojer algo).
Luego, es importante que si vamos a guardar productos frescos (carnes, pescados, mariscos...) o cocinados que no estén empaquetados, lo hagamos colocandoles un papel film alrededor o en recipientes herméticos. Así evitamos que se "contaminen" de un posible contacto con otros alimentos, preservamos su frescura más tiempo y también minimizamos los olores.
Los huevos, al tener la cáscara muy porosa absorben fácilmente micróbios y olores. Por eso, es más que recomendables guardárlos en la nevera en el lugar que ya suele venir preparado para ello, con la parte más picuda hacia abajo y con la tapa del compartimento cerrada.
En cuanto a frutas y verduras, las colocaremos en la parte inferior, en los cajones que ya suelen traer las neveras. Una buena opción es forrar la parte inferior de estos cajones con papel de aluminio así nos será más fácil limpiarlos. Yo no soy amiga de tener la fruta guardada en la nevera, porque no me gusta comerme la fruta fría a menos que sea melón o sandía y a veces, ni eso. Por eso no la guardo en el frigorífico sino en un frutero a temperatura ambiente. Los plátanos en la nevera se pondrán negros en un abrir y cerrar de ojos.
La verdura si la guardo en el frigorífico a excepción de los tomates y las patatas. Algo que siempre está en mi nevera son las cebollas. Y cuando voy a utilizar alguna no la saco hasta que no voy a cortarla. Manteniendo las cebollas a baja temperatura, hacemos que tarden más en expulsar esos gases que nos provocan el indeseable lagrimeo y escozor de ojos.
Otra cosa que guardo siempre en la nevera es el café. Los paquetes de café una vez abiertos, si los guardamos en el frigorífico conservan mucho mejor el aroma. Yo suelo guardar siempre una cantidad en un recipiente metálico cerrado y el resto que no quepa, en su paquete original cerrado con pinzas.
Para terminar, una nota pintoresca: en mi nevera también guardo un bote de crema para las piernas y un roll-on antiojeras. Para aquellos que useis estos productos, os recomiendo que los mantengáis bien fresquitos, ya veréis que sensación...
Como siempre espero que esta publicación, sea de vuestro interés.


martes, 19 de octubre de 2010

Calderada de pescado

La receta de esta calderada no es la tradicional. Es una variante "de la casa", aunque el resultado final es muy parecido a la verdadera "caldeirada gallega".

Ingredientes:
- Patatas
- Coliflor
- Cebolla
- Ajo
- Pescado (merluza, bacalao o gallo) en trozos pequeños o dados.
- Sal
- Aceite
- Vinagre
- Vino blanco o de guisar
- Pimentón dulce
- Harina
- Huevo

Preparación:
En una olla grande con agual y sal ponemos a cocer la coliflor cortada en cuartos y las patatas peladas y enteras.
Mientras se van cociendo, hacemos la salsa: cortamos la cebolla en juliana y los ajos en láminas y los ponemos a dorar en una sartén. Cuando la cebolla esté transparente añadimos un pellizco de sal, un chorro de vino y un chorrito de vinagre y dejamos que se cocine un par de minutos. Apartamos del fuego, añadimos el pimentón dulce y removemos bien. También podemos añadir un cucharón o cazo del agua de cocer las patatas y la coliflor.
En otra sartén honda, ponemos aceite a calentar y en él freimos el pescado que previamente habremos pasado por harina y huevo batido. Es decir, lo rebozamos.
Ya cocidas las patatas y la coliflor las escurrimos y las colocamos en una fuente troceadas.
Para servir, colocaremos la fuente con la coliflor y las patatas, otra fuente con el pescado rebozado y la salsa caliente aparte para que cada comensal se mezcle los ingredientes al gusto.

jueves, 14 de octubre de 2010

Mejor de menos que de más

Hoy quisiera comentar que denominador común intento que tengan mis platos. Si bien dentro del recetario, cada forma de cocción es distinta, yo procuro que en todas mis recetas haya siempre tres pecados por defecto que no por exceso.
Y son:
1. Poca grasa
2. Poca sal
3. Poca candela
Con esto se consigue una cocina más saludable y sabrosa.
1. Un exceso de grasa (aceite, manteca, etc) solo ayudará a aumentar las calorías de nuestros platos y además puede enmascarar el auténtico sabor del resto de ingredientes. Yo no soy partidaria de utilizar manteca, siempre utilizo aceite de oliva, algo muy común en la cocina mediterránea y española. Sin embargo, para freir prefiero un aceite de sabor menos fuerte y que además aguante mejor las altas temperaturas como puede ser el aceite de semillas o girasol.

2. Un exceso de sal, además de estropear la mejor de las recetas, no es nada recomendable desde el punto de vista de cuidar la salud. La sal favorece la retención de líquidos, la hipertensión y la aparición de enfermedades cardiovasculares. Por ello mejor utilizar la menor cantidad posible. Si estamos acostumbrados a tomar la comida más bien salada al principio puede parecer que los platos están sosos pero el paladar se acostumbra facilmente así que tras unas semanas no notaremos la diferencia. Además tenemos muchas posibilidades en el abanico de ingredientes para disminuir la cantidad de sal y obtener platos sabrosos como son las especias, los cítricos, etc.

3. Los alimentos, sobretodo las verduras y hortalizas, cuanto menos cocción tengan mejor. Se trata de no dejar los alimentos crudos (se facilita la digestión y se eliminan posibles bacterias) y nunca de chamuscar o quemar aquello que vayamos a comer. Con un exceso de cocción haremos que el sabor de los ingredientes no se aprecie, estropearemos la presentación (puesto que los alimentos pierden su color) y no tengamos texturas en el plato puesto que el calor hará que la comida se ablande considerablemente. Lo ideal, salvo para ocasiones contadas que así lo requieran (ligar una salsa, confitar, guisar, etc) es calentar previamente la sartén antes de incorporar los alimentos y mantener un nivel de calor elevado para que así se cocinen los ingredientes en menor tiempo.
Espero que os haya sido de interés y de utilidad mi explicación.

Patatitas a la crema

Ingredientes:

- Patatas pequeñas (de las tipo guarnición)
- Nata líquida
- Jamón york
- Cebolla
- Sal
- Pimienta
- Perejil picado

Preparación:

Lavamos bien las patatas con su piel y les hacemos varias perforaciones con la punta de un cuchillo pequeño. Si tuvieramos un asador de patatas para microondas las ensartaríamos en él y las cocinaríamos unos 15 ó 20 minutos a máxima potencia. Si no tenemos asador, podemos meterlas en un recipiente para cocinar en microondas con una cucharada de agua y también las cocinamos de igual modo. Otra opción es cocerlas en abundante agua con sal de forma tradicional hasta que estén tiernas.

Mientras se hacen las patatitas, en una sarten pochamos la cebolla hasta que esté transparente y retiramos. En la misma sartén, echamos el jamón de york cortado en pequeñas tiras y lo doramos. Cuando comience a ponerse crujiente echamos la cebolla de antes, la nata, sal y pimienta y removemos bien, dejando que espese la nata.

Una vez cocidas o asadas las patatitas, las ponemos en una fuente y vertemos por encima la salsa de nata, cebolla y jamó. Espolvoreamos con perejil picado para teminar.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Cambio de imagen... y contenidos



El blog de la tia Militona renueva su "fondo de armario" y cambia de imagen y contenidos. Seguiremos publicando recetas dentro de la etiqueta "Bon appetit". También se publicarán artículos sobre productos con la etiqueta "Materia prima", sobre consejos culinarios o relacionados con la cocina y gastronomía en "A mi manera" y por último humildes críticas gastronómicas de bares y restaurantes.

Esperemos que el cambio sea de vuestro agrado y que el blog se mantenga actualizado con entradas que os puedan resultar interesantes.

Saludos para todos.