miércoles, 20 de octubre de 2010

Frio, frio...


Si quieres saber como viste una persona, mira su armario. Si quieres saber como se alimenta, mira su nevera.
En casi todas las casas se guardan las mismas cosas en la nevera, o al menos los mismos tipos de alimentos. De todas formas voy a abriros mi nevera de forma virtual para explicaros por qué guardo algunas cosas dentro y otras no. Y ya de paso algunos consejitos útiles aunque algunos ya son de sobra conocidos.
Para empezar, no es lo mismo guardar en los estantes superiores que en los inferiores o en los que se colocan en la parte interior de la puerta. En la parte superior es donde la nevera tiene mayor poder de refrigeración y éste va disminuyendo conforme vamos bajando en altura. En la parte interior de la puerta también se gana temperatura y además los alimentos y productos allí colocados se exponen con mayor frecuencia al ambiente exterior (al abrir la puerta para cojer algo).
Luego, es importante que si vamos a guardar productos frescos (carnes, pescados, mariscos...) o cocinados que no estén empaquetados, lo hagamos colocandoles un papel film alrededor o en recipientes herméticos. Así evitamos que se "contaminen" de un posible contacto con otros alimentos, preservamos su frescura más tiempo y también minimizamos los olores.
Los huevos, al tener la cáscara muy porosa absorben fácilmente micróbios y olores. Por eso, es más que recomendables guardárlos en la nevera en el lugar que ya suele venir preparado para ello, con la parte más picuda hacia abajo y con la tapa del compartimento cerrada.
En cuanto a frutas y verduras, las colocaremos en la parte inferior, en los cajones que ya suelen traer las neveras. Una buena opción es forrar la parte inferior de estos cajones con papel de aluminio así nos será más fácil limpiarlos. Yo no soy amiga de tener la fruta guardada en la nevera, porque no me gusta comerme la fruta fría a menos que sea melón o sandía y a veces, ni eso. Por eso no la guardo en el frigorífico sino en un frutero a temperatura ambiente. Los plátanos en la nevera se pondrán negros en un abrir y cerrar de ojos.
La verdura si la guardo en el frigorífico a excepción de los tomates y las patatas. Algo que siempre está en mi nevera son las cebollas. Y cuando voy a utilizar alguna no la saco hasta que no voy a cortarla. Manteniendo las cebollas a baja temperatura, hacemos que tarden más en expulsar esos gases que nos provocan el indeseable lagrimeo y escozor de ojos.
Otra cosa que guardo siempre en la nevera es el café. Los paquetes de café una vez abiertos, si los guardamos en el frigorífico conservan mucho mejor el aroma. Yo suelo guardar siempre una cantidad en un recipiente metálico cerrado y el resto que no quepa, en su paquete original cerrado con pinzas.
Para terminar, una nota pintoresca: en mi nevera también guardo un bote de crema para las piernas y un roll-on antiojeras. Para aquellos que useis estos productos, os recomiendo que los mantengáis bien fresquitos, ya veréis que sensación...
Como siempre espero que esta publicación, sea de vuestro interés.


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